Los partidos que surgieron tras los enfrentamientos y disputas en el seno del PSUC mantienen desde hace años una coalición que a mucha gente que les apoyaba les hace preguntarse ¿por qué se pelearon? Seguramente, lo hicieron para ver quien tenía más capacidad de pillar cacho, más que por diferencias ideológicas que nunca se han visualizado.

Una de las no diferencias ideológicas, importantísima hoy día, es que Catalunya “és una nació i té dret a decidir “. Si Comorera despertara de su tumba estaría muy satisfecho con sus sucesores.

Desde la creación del PSUC se ha trabajado para identificar la izquierda con el catalanismo, como si fuera de éste no se pudiera ser de izquierdas en Catalunya. De momento, no se puede decir que les haya salido mal la jugada, no ha surgido ningún partido de izquierdas que discuta por absurda y derechizante dicha identificación, especialmente cuando se está aceptando como imagen del independentismo un estrella blanca con fondo azul, opuesta a la imagen más de transformación social de la estrella roja con fondo amarillo y que tendría lógica si en Catalunya las fuerzas izquierdistas tuvieran muchísima más fuerza que en el resto de España, empujando a hacer la transformación social sólo en el territorio donde está más próxima.

La situación actual, identificando nacionalismo e izquierda es simplemente contranatura i colaboracionismo con las élites dominantes que guían el proceso. Como dice un buen amigo mío : “ Yo, que soy profundamente ateo, sólo le pido a Dios que nos libre de los muy España y los muy Cataluña, esa panda de piratas que lo que buscan es vivir del cuento sin dar ni chapa, que para trabajar y no ganar ya estamos los demás “.

La gente de derechas en Cataluña puede elegir entre CiU y PP, la gente más de centro puede escoger entre PSC y Ciutadans. Es la gente que se siente realmente de izquierdas la que sólo tiene una opción aquí en Catalunya.

Mucha gente que había estado adherida a ICV y que se fue marchando por su excesivo nacionalismo y su poca izquierda se está organizando. La complacencia con el poder de ICV-EUiA, así como de CCOO y UGT, tendrán los días contados si la gente de izquierdas y las fuerzas políticas que no lo son actúan con inteligencia.

Pedro Fernández es tesorero de ACP y miembro de la Coordinadora de Agrupaciones Socialistas Autónomas (CASA)