En la fiesta musical e independentista del sábado hubo una espectacular similitud entre el eslogan “Libertad para Catalunya” y los usados por movimientos fascistoides como el de Jörg Haider (1950-2008) en Austria. El ideario de Haider era perfectamente coherente con el nombre de su partido: Freiheitliche Partei Österreichs (FPO), “Partido de la Libertad de Austria”.

Lo constaté mirando la fiesta musical a favor -de manera medio camuflada, pero real- de la política estatista de Artur Mas. Quizá ya se ha convertido en el último dirigente de CDC, teniendo en cuenta que ayuda eficazmente a ERC a ganar votos.

No es nada circunstancial
No es un chiste circunstancial. Todavía menos una bromita de mal gusto. El tema es demasiado grave para admitir ninguna frivolidad. Podría escribir todo este artículo citando el que publiqué con ocasión del escándalo consistente en que Haider pudiera aspirar a ser canciller federal austríaco. Era un siniestro racista, simpatizante del nazismo. Se hizo popular por su política de rechazo de los derechos, en especial los lingüísticos, de la minoría eslovena, presente desde hace muchos años en el sur de la provincia austríaca de Caríntia. Yo conozco aquella preciosa zona. He escrito a favor de aquellos derechos y siempre contra Haider.

En el año 2000 la Unión Europea formuló una insólita y justificada protesta en contra de Haider y su pretensión de liderar Austria. Sectores de la extrema izquierda francesa (enemiga multisecular de Austria, desde los tiempos de los Habsburgo) metieron baza diciendo que Haider era “un liberal”, algo entonces considerado en Francia poco menos que un crimen.

Era una operación ridícula e insensata. Haider nunca tuvo nada de liberal, ni nunca quiso pasar por serlo. En Austria y en Alemania, con partidos liberales de centroizquierda prestigiados y fuertes, la operación no tuvo ninguna repercusión. Yo escribí mucho sobre ello. Hoy no me contradiré nada.

Recordando siempore a Isaiah Berlin
Podría escribir de manera quizás algo erudita, dado que desde hace decenios he afirmado, y lo creo, que el pensador que más me ha marcado es Isaiah Berlin (1909- 1997). Me lo he leído de pies a cabeza, he escrito y he pronunciado conferencias sobre él, reconociendo siempre su maestría. Berlin ha tratado mucho el concepto de la libertad en toda su obra. En particular en su maravilloso ensayo: “Dos conceptos de la libertad”.

Ahora bien, no quiero usar a Berlin en relación a la grosería conceptual que es toda esta barbaridad fáctica del sobiranismo o independentismo publicidada por la vía de hecho por dos ignorantes, Mas y Junqueras. Sería como querer contradecir a un vendedor ambulante usando a Platón. O hablar en arameo para explicarle a Jesucristo a una vaca.

Burradas conceptuales de Jordi Pujol
En todo momento la llamarada actual de radicalismo estatista ha sido una monumental burrada, con ausencia de toda ubicación intelectual. Esto ya le pasaba al pujolismo. En una conferencia pronunciada en el Hotel Feria Palace, de la cual conservo el texto, Jordi Pujol declaró que los tres “tres pilares” de su nacionalismo eran Herder, Ernest Renan y Pierre Vilar. Las vigas de aquel hotel fueron capaces de resistirlo. Se podían haber roto.

Como en este país hay una inmensa destrucción intelectual, efectuada desde la politiquería, me moveré en un terreno muy elemental. Puede ser muy corregido leyendo a Isaiah Berlin, y de infinitas maneras más.

“Una, grande y libre”
Un hecho concordante con el que destaco es que el siniestro general Franco también tuvo un muy difundido eslogan: “Una, Grande y Libre”. Lo incluyó en el escudo español ahora suprimido. Entendía por “libre” a España, y no, desde luego, a sus ciudadanos. Es tan literalmente exacta que en cuanto a libertad total de cada Estado, Mas y Junqueras coinciden con Franco y Haider. Con respecto a la preeminencia de los derechos humanos, afortunadamente a menudo impuesta por la vía convencional internacional, hay grandes silencios.

Vaya, los hay que sueñan con la maldita y absoluta prioridad absoluta, la que siniestramente impuso la Paz de Westfàlia el 1648. Para Mas y Junqueras ir 365 años atrás no es nada. Viene a ser lo que hacen con la sanidad pública.

Organicismo y derechos individuales
El pensador italiano Norberto Bobbio (1909-2004), es quien más me ha influido tras Sir Isaiah. Diría que la escoria soberanista, como la fascistoide, o puramente fascista, o sencillamente totalitaria, tiene una concepción organicista de la libertad y no de la libertad individual, propia de todas las democracias moderas. Es sobre todo básica en la larga lucha por los Derechos Humanos, empezada hace casi ocho siglos, en 1215, con la Carta Magna inglesa. Mas y Junqueras no están en esta trayectoria, cómo podría argumentar y creo que probar.

El propio Bobbio explica el tema muy bien en su excelente ensayo “Liberalismo e Democrazia” (Simonelli Editore, Milán, 2006). En la página 62, Bobbio escribe: “Toda la historia del pensamiento político está dominada por una gran dicotomía: organicismo (holismo) e individualismo (atomismo). Aunque el movimiento no es rectilíneo, se puede decir con una cierta aproximación que el organicismo es antiguo, el individualismo es moderno (o como mínimo a partir de él se puede hacer empezar la teoría del Estado moderno) (...) Mientras el organicismo considera el Estado como un cuerpo de un gran compuesto de partes que concurren, cada una según su propio destino y en relación de interdependencia con todas las otras, a la vida del todo, y por tanto no atribuye ninguna autonomía a los individuos, el individualismo considera el Estado como un conjunto de individuos, y como un resultado de su actividad y de las relaciones que estos establecen entre ellos”.

Derechos y libertades individuales
En síntesis, los que damos prioridad absoluta a los derechos y libertades individuales no podemos ver a Mas y a Junqueras como otra cosa que como unos peligrosos enemigos. ¿Debo recordar cómo reaccionaron recientemente cuando un diputado mencionó el crimen terrorista de Hipercor? ¿La libertad territorial de cualquiera sería inferior al derecho a vivir pacíficamente en una democracia? ¿Alguien les ha escuchado decir que su hipotética Catalunya convertida en Estado-Nación o en Estado-finca sería un modelo, en cuanto a derechos humanos concretos?

No todo el mundo tiene que tener interés por el pensamiento, ni tiempo que dedicarle. Estamos en momentos de buscar un trabajo o conservar el poco que podamos tener. Pero si alguien puede leer a Berlin o a Bobbio verá que la payasada del sábado fue sólo esto, una payasada. La petulante “Freedom Catalonia” no fue vista por nadie del mundo exterior. Al día siguiente ningún medio internacional la mencionó. Ahora bien, hubo otros curiosos síntomas que hará falta destacar. Ninguno de ellos es positivo con respecto a los osados e incultos Mas y Junqueras. Ya hablaremos.