17/06/2013
11:00
Guerra del agua: Frente de Sabadell
Toni Bolaño
La guerra del agua en Cataluña no parece tener fin. Ahora la Generalitat acusa a la Generalitat de actuar ilegalmente en la resolución que efectuó contra la venta de ATLL. Aunque parezca kafkiano, la realidad es así. El gabinete jurídico de la Generalitat acusa a la OARCC de actuación ilícita. De momento, la ATLL sigue en manos de Acciona -aunque ésta no paga los impuestos derivados de la venta cifrados en 40 millones- mientras continúa la polémica en los tribunales.
Este no es el único frente. La pasada semana, la CNMV autorizó la OPA de AGBAR sobre la Compañía de Aguas de Sabadell -CASSA-. Un paso más en un proceso complejo que está judicializado desde el primer momento por la oposición a la OPA por parte de tres consejeros de la empresa sabadellense. El grupo opositor ha estado especialmente activo en este proceso. Primero, pidió al juez que obligara a los consejeros a abstenerse en las decisiones sobre la OPA. El juez desestimó las cautelares y la vista del juicio está prevista para este mismo mes. También recurrió a la Comisión Nacional de la Competencia acusando a AGBAR de no informar sobre la concentración del mercado. El 20 de mayo, la CNC rechazó la petición.
Ahora, el grupo opositor quiere plantear la batalla en la Junta de Accionistas del día 25. Este nuevo frente fue presentado por Lluís Pasqual Bacardit, que controla el 9% del capital, con su propuesta estrella, la Oficina del Accionista que ha abierto el grupo opositor. Sus objetivos, según publicó el Diari de Sabadell, son “aumentar el precio de la OPA” -intentando que AGBAR incremente su oferta- o “mediante la búsqueda de una oferta competidora”.
En esta afirmación es dónde se abren los interrogantes. Lluís Pasqual Bacardit, Carlos Enrich y María Ángeles Bósser están siendo asesorados desde el inicio de la OPA por el bufete de abogados Araoz y Rueda, muy vinculado con José Manuel Entrecanales, presidente de Acciona. El principal rival de AGBAR. Aunque el grupo opositor de CASSA niega cualquier relación con Acciona, los datos revelan lo contrario. Alejandro Fernández de Araoz fue propuesto por Acciona para el consejo de FCC y su despacho ha llevado tradicionalmente los asuntos de Entrecanales. Incluso, la empresa de comunicación elegida por los tres consejeros díscolos de CASSA es la empresa que asesora a Acciona, según se puede comprobar en su página web.
De esta manera, no es descartable que los accionistas contrarios a la OPA estén negociando con Acciona un precio superior a los 60 euros actuales. Con Acciona y otros grupos empresariales ligados a Entrecanales. Para justificar su posición se refieren a una auditoría que fijaba un precio superior a los 70 euros a finales de 2012. Sin embargo, estos mismos consejeros, curiosamente, se opusieron a la OPA lanzada en 2011 que fijaba un precio de 72 euros.
Mañana los 220 trabajadores de CASSA celebrarán una asamblea para analizar la situación. Su objetivo es mantener los puestos de trabajo y garantizar el futuro de la empresa. AGBAR ha expresado en reiteradas ocasiones que se mantendrán las inversiones para modernizar el Grupo CASSA que en el primer trimestre de este año ha perdido medio millón de euros, un 66% más si se comparan con el primer trimestre de un 2012 que acabó con pérdidas de 300.000 euros. Con la autorización de la OPA, todas las miradas se concentran en la Junta de Accionistas del próximo día 25 y en la posición que tomará el consistorio. Todo apunta que el Ayuntamiento de Sabadell venderá un paquete de acciones aunque mantendrá la titularidad de un 20% para garantizar que la empresa siga teniendo una gestión público-privada y ligada a la ciudad.
Sin embargo, la guerra continuará hasta el 12 de julio, fecha en la que se tendrán que hacer números. De momento, el fuego cruzado irá en aumento. Los tres consejeros díscolos seguirán manteniendo su postura porque “compraron muchas acciones en 2011 para evitar la anterior OPA de AGBAR y ahora quieren recuperar el dinero invertido. Dicen que es por el interés de Sabadell, pero ese interés se limita a sus bolsillos” afirma un accionista para añadir “tengo muy claro que venderé. No voy a entrar en historias que no son las de CASSA”.