Quien dijo esta frase tenía más razón que un santo. Miren que servidor ha visto prácticamente de todo en la vida. Es normal que, cuando uno sobrepasa el medio siglo, hay pocas cosas que puedan sorprenderle. Vivir junto a la Plaza de Sant Jaume debe de influir también un poco. Allí, va a parar lo bueno y lo peor de nuestra sociedad. La rabia de aquellos que se acercan a las instituciones para hacer patente su malestar o la alegría de quienes tienen algo que celebrar.

Huelga decir que, entre estos segundos, se cuentan por decenas las parejas que se casan en el ayuntamiento. Mi mujer, Elena, y yo mismo así lo decidimos hace justo ocho años. ¿Qué lugar mejor para firmar un compromiso de amor, de vida y de lealtad que la casa de todos, ante todo el pueblo, a la vista de la ciudad? Y bien, allí se casaron el otro día Jaume Collboni y su compañero, a los que quisiera desearles la misma felicidad que yo disfruto con mi mujer. La enhorabuena y que vuestro viaje os sea placentero y dulce.

En los enlaces matrimoniales, sin embargo, hay muchos escollos que hay que evitar como el capitán de un barco lo hace con las rocas de una costa enfurecida por el mar bravo.

Uno de ellos, y no el menor, es la lista de los invitados. Si invitas a éste tienes que hacerlo con el otro. Los invitados de uno a menudo no son del gusto del otro. En fin, ¿qué les tengo que decir? Ustedes ya me entienden. En este caso, la cosa era difícil, porque Collboni es un dirigente del PSC y ex responsable de la última campaña electoral de José Montilla, que -seamos sinceros- no fue precisamente algo exitoso, dados los resultados. Su compañero es un creativo que ha inventado formatos televisivos como 'Sálvame', 'La Noria' o el ya desaparecido 'Aquí hay tomate ".

Independientemente de lo que yo pueda pensar de estos programas, donde incluso tengo buenos amigos y profesionales a los que quiero - Jordi González o Gloria Sierra, por ejemplo - los paparazis me han decepcionado un poco.

Se imaginan una foto de Belén Esteban de la mano del ex president Montilla? Ambos eran invitados y fueron. Belén, icono de una gran ignorancia de una mala leche hacia los catalanes, sentada con la plana mayor de los socialistas de aquí. Miren qué cosa. ¿Nadie entendió que esta ERA la foto?

Otros posibilidades: Mila Ximénez y Miquel Iceta; Jorge Javier Vázquez y Laia Bonet, el secretario general de UGT en Catalunya, Pepe Alvarez, y Karmele Marchante. ¡Cuánta foto histórica tirada por el desagüe! Y digo yo: ¿aprovechó Pepe Alvarez para preguntarle a Belén si le parecía ético cobrar lo que cobra, todo ello por hacer lo que hace, cuando hay millones de parados en todo el Estado? ¿Ésta era una boda de izquierdas o de derechas? Lo menciono porque Jordi Hereu se pasa la vida hablando de derechas, y de que vienen las derechas, y de que si no lo votamos a él vendrán las derechas.

Los subvencionados y subvencionadas de siempre se desgañitan pidiendo que votemos a los sociatas, porque vendrán las derechas. Son personas que siempre aparecen en aquellas listas de gente pretendidamente independiente que, a la que te buscas un poco, encuentras que cobran del socialismo institucional. ¿Dónde estaban, por ejemplo, las feministas sociatas en esta boda? ¿No tienen nada que decir de todas aquellas mujeres que exhiben su machismo en la 'tele' día a día con sus actuaciones? Ser fan de Belén ahora resulta ser feminista?

¿Nada qué decir tampoco los izquierdistas frente a lo que Jean-François Revel definió como "socialismo-caviar"? Silencio.

Mientras ellos hacen el trabajo sucio - a cambio de un sueldo, naturalmente - sus compañeros y compañeras de la dirección, con pamelas y vestidos de domingo, alternan con Belén Esteban. Ah, pero Xavier Trias es de derechas, ¿saben?

De hecho, creo que la foto no era necesaria. Los sociatas ya quedan bien retratados ellos solitos.