El Sindicat de Metges de Catalunya (SMC) ha refutado frontalmente y con datos la reciente afirmación del conseller de Salud Boi Ruiz según la cual no se estaban efectuando recortes en la sanidad. La información coincide punto por punto con el que este diario ha estado exponiendo.
El SMC ha difundido una reducción del presupuesto en relación al cierre del 2012 que deja estremecido. Suerte que Ruiz dice que no recorta ( el documento muestra que en los ocho hospitales del ICS lo hace en una media del 7,32) porque si lo hiciera sanitariamente Cataluña quedaría como Hiroshima y Nagasaki después de recibir las primeras bombas A.
El Gobierno de los más mentirosos
Hay recortes. Son más brutales que nunca y muy peores que en ninguna parte de España. Además, se llevan a cabo con desconocimiento del Parlamento. No tenemos presupuesto, pero esto no lo impide, más bien lo facilita. Se tira la piedra - o un trozo de montaña - y se esconde la mano. Si esto es democracia y separación de poderes, también se puede decir que el Sáhara y el Antártida disfrutan del mismo clima.
En síntesis, no tenemos el "gobierno de los mejores" sino el de los más mentirosos, el de los más cínicos y el de los más capaces de efectuar destrozos radicales, nocivos y posiblemente generadores de muerte sin ni siquiera informar al Parlamento, institución suprema en las democracias. Hay que dar a una gente como esta los mecanismos de un Estado nación?
"El mejor sistema sanitario del mundo"
No es cosa sólo de Boi Ruiz. Hace pocos días Artur Mas declaró públicamente que teníamos el "mejor sistema sanitario del mundo". Se le tendrían que haber caído todos los dientes. En la Tríada sanitaria infernal sólo falta Andreu Mas-Colell. Han conseguido destrozar la sanidad e incrementar el sufrimiento, real y concreto, de muchos miles de ciudadanos sin disminuir el gasto. Más bien lo contrario, reconstruir un mínimo de lo que ellos han destruido tendrá un coste inmenso, y ellos lo saben
Aquellos tres son cuatro, como los Tres Mosqueteros de Alejandro Dumas. El cuarto es el cómplice necesario Oriol Junqueras. Este recibió una merecida colleja, en forma de desprecio, el pasado martes. Había montada una charla, abierta a todo el mundo, en el más grande hospital de Cataluña, el de la Valle de Hebrón, con 5000 trabajadores.
Llegó acompañado de una docena de personas de ERC, ajenas a la sanidad. Casi eran tantos como el público que atrajo, unas veinte personas, que quedaron muy decepcionadas. No convenció a nadie. Junqueras afirmó que todo era "culpa de Madrid". La próxima vez que quiera explicar un cuento será mejor que elija una guardería. Asumir cómo ha hecho y continuará haciendo los recortes sanitarios envilece del todo a ERC.
Verdades contra las mentiras oficiales
La información del SMC se sitúa en la antítesis de las mentiras descaradas de la Generalitat. Esta miente, a pesar de poseer la información correcta. El SMC la cita para afirmar que los hospitales Arnau de Vilanova de Lleida y Valle de Hebrón de Barcelona serán los más afectados por los recortes ya en curso este año, diga lo que diga Ruiz. El primero lo será en un 8,36 y el segundo en un 8,04.
Si suman estos recortes a los efectuados en los últimos dos años por el gobierno Mas nos vamos a disminuciones del 20 por ciento del presupuesto o más. Cualquier pequeño empresario sabe que una disminución de este orden implica el fin de la empresa o la transformación en otra cosa, diferente y peor.
Destrucción inédita a nivel mundial
No he sabido encontrarlo, ni en España ni en el mundo, nada comparable. También sufrimos más originalidades. Una es la escasa resistencia social que hasta ahora esto ha generado. Otra el silencio de la mayoría de medios y de la inmensa mayoría de periodistas. Una tercera es la carencia de articulación a nivel cívico, académico y profesional de una denuncia documentada y de soluciones alternativas. O cosas peores, como el hecho que Ruiz haya estado en debates televisivos donde sólo ha recibido lametones por parte de malditos personajes que decían que eran periodistas.
Repito que no he sabido encontrar nada parecido. Ciertamente, ha jugado en contra de nuestro derecho a la salud el falaz discurso identitario o independentista, así como las subvenciones a entidades disfrazadas de profesionales, el control de los Colegios de Médicos ( sobre todo el de Barcelona) y el dinero recibido por los sindicatos UGT y CC.OO desde la conselleria de Salud, como precisé hasta en el más pequeño detalle administrativo.
UGT, CC.OO. y la CAMFIC
Ahora bien, esta relación preocupante entre los dos sindicatos dichos "de clase" ( de qué clase?) ha quedado tocada. En la sanidad concertada ha habido una revuelta contra las dos cúpulas dirigentes que perdieron un importante referéndum.
En cambio Ruiz consiguió insólitamente que una sociedad hasta ahora sólo profesional ( la Sociedad Catalana de Medicina Familiar y Comunitaria, CAMFIC) emitiera un comunicado que venía a asumir la "reformulación" del Instituto Catalán de la Salud (ICS) es decir su desmenuzamiento y, digan lo que digan, su conversión en un satélite de empresas privadas.
Reacción a favor del ICS
El SMC así como también muchos miembros (hasta ahora) de la CAMFIC han reaccionado en contra. El SMC ha destacado el peligro obvio de que aquella "reformulación" todavía incremente "la reproducción de escándalos a consecuencia de la laxitud de controles públicos".
Aquí radica una de las claves de la destrucción de la sanidad pública. Aquí la cosa no va tanto de vender nada a grandes empresas sanitarias privadas (cosa también segura) sino de introducir sociedades de capital riesgo y un tipo de gestión que no sea nada desfavorable - por decirlo pudorosamente - a estamentos privados colaterales y, a continuación, a la financiación de los partidos políticos. De todo esto ya tenemos, como permite mostrar el gran escándalo en que ha aparecido Josep M. Padrosa, director general del CatSalut, que insólitamente continúa en el cargo. En futuro podrá haber más, o ser la norma, descaradamente.
Recortes y corrupción
Todo apunta a que una gran parte de todo el recorte sanitario público es una potenciación de la corrupción en este sector. Acabada la época del tocho y de la obra pública, la sanidad privatizada pasaría a ocupar su lugar en el terreno de la financiación política.
En un reciente escrito procesal el fiscal del "caso Palau" hablaba de "pacto criminal". Aquellas palabras apuntarían indiciáriamente a que - cómo todo el mundo sospecha - aquel caso no estaría aislado. Por decirlo en términos jurídicos muy esmerados, podría haber un "consorcio criminal" y no limitarse a un solo sector productivo. Esto es clave. Si un ámbito se hunde - el del tocho, por la crisis económica - se tiene que encontrar un marco sustituto, o ampliar uno ya existente. ¿O no?
La crisis de la construcción ha reducido la preeminencia de la obra pública. En cuanto a los grandes números, sólo puede ser sustituida por la potenciación en la sanidad de prácticas que antes se daban en aquel campo, ( y en el sanitario: ahí están el procedimientos en curso) me dicen políticos de todos los colores. Si la necesidad de financiación subsiste y el mundo de la construcción se ha reducido resulta obligado buscar o potenciar otros ámbitos, dado que las siniestras necesidades de partidos perduran
Financiación política: ¿del tocho a la sanidad?
"Nunca se tiene que olvidar - me dice un cuadro de CDC - que la sanidad es el principal gasto del presupuesto de la Generalitat, bordeando hasta ahora el 40 por ciento. Sólo la sanidad puede sustituir al mundo del tocho y de la obra pública en el terreno de la financiación política. Esto explica la pasión irracional de la Generalitat por los recortes sanitarios, los cuales paradójicamente en realidad no abaratan costes, a pesar de suprimir personal e instalaciones.
Reducen los servicios y empeoran la salud de todos pero no hacen que el coste final de la sanidad sea más barato, como muestran muchos trabajos académicos. Creo que la cosa no va de ahorro sino de empeorar todavía más un marco sanitario que ya estaba impregnado de amiguismo y de financiación opaca hacia el mundo extrasanitario. La finalidad de todo es opaca y haría falta que lo averiguara el poder judicial"
Una brutalidad destructora sin parangón
Al constatar el grado de brutalidad de la destrucción de la sanidad pública, sin parangón en el resto de España, ni en el mundo, queda claro que la cosa no va de mera reducción de los gastos públicos. La pasión y la irracionalidad con que se efectúa la destrucción sanitaria, a pesar de que esto implique un coste electoral importante, apunta a que hay elementos políticos claves y sepultados.
Hay que añadir una pregunta, ¿en el mundo de las cosas opacas y cruciales hay algo más importante, para los políticos, que la financiación de sus partidos? Bajar la licitación de obra pública ni el mundo del tocho no ha implicado una reducción de las necesidades de los partidos.
Sencillamente, hay quién piensa que hay que satisfacerlas en otros ámbitos. No quieren crear nada. Desean destruirlo todo y con finalidades que no pueden exponer. Lo hace CDC y también, escondiendo la mano, ERC. En el hospital del Valle de Hebrón no pudo llegar a engañar a nadie. Tampoco lo conseguirá en ninguna parte. O sea que estamos enterados respecto a de qué va y por culpa de quién. Tonto quién lo olvide.