03/08/2013
11:39
Ahora ambulancias incendiadas
Demagogia independentista y maldad sanitaria
Alfons Quintó
Tenemos un inmenso problema político, definible geométricamente. Mas ha instaurado una semirrecta (una recta sólo limitada por un costado) y necesariamente la tiene que convertir en un segmento, es decir una recta acotada por los dos lados. En un marco de pura locura, todos los extremismos independentistas se hacen pasar por banalidades, sirviendo para hacer tragar todas las barbaridades, por irracionales que sean. Por la mera lógica de la ley del péndulo o del espejo -un extremismo crea otro antagónico- todo ello puede acabar mal para los catalanes y para su autogobierno.
Como todas las locuras de Mas quedan (y permanecerán) en el terreno de la pura especulación, a corto plazo Mas tiene bastante con el dominio de la información, que ejerce de manera salvaje, pero esto no puede durar por siempre jamás.
De momento, Mas ha podido desterrar, descalificándola, la idea misma de cualquier moderación en nada. Cualquiera que conozca el periodo del Terror de la Revolución Francesa o el del Comunismo de Guerra de la revolución rusa o el periodo de la última guerra civil comprendido entre el 19 de julio de 1936 y mayo de 1937 puede establecer algún paralelismo, si bien por suerte ahora sin sangre. Deliberadamente, hoy no digo nada de la execrable toma del poder por Hitler, que, ay, fue mediante unas elecciones.
Mas, la Bastilla y el Palacio de Invierno
El equivalente catalán actual -comparable, como mínimo, en aquello de la ruptura y del fuego nuevo- a la toma de la Bastilla, a la del Palacio de Invierno (con sólo dos muertos) y al alzamiento del 18 de julio del 1936 no tienen trasfondos colectivos importantes, ni se dan en un momento de enfrentamientos mundiales fuertes, sino que son la obra de un solo hombre, intelectualmente nulo y políticamente mediocre: Artur Mas.
Parafraseando un muy conocido verso de Espriu es un hombre solo quién se está cargando a todo un pueblo. Además, el fiscal Carlos Jiménez Villarejo tenía toda la razón cuando hace pocos días exponía que desde el catalanismo (o el que lo fue) también se están cargando al propio catalanismo.
Estamos ante una falsa revolución (o una contrarevolució) que se está comiendo sus propios hijos, muy espurios. Se vuelve a reproducir el mito griego de Cronos (o de Saturno en la mitología romana) y de tantas revoluciones, donde acaban siendo devorados sus propios hijos.
Proceso visible y deliberado
No hay que invocar mitos. Basta con ver la realidad. Una realidad de total parálisis legislativa: una única ley en tres años y además poco importante, que ya son narices. Un gobierno que se autocalificó "de los mejores", adjetivo ya en desuso por ridículo. Un destrozo de la sanidad sin precedentes. Un arrasamiento de la libertad de expresión y comunicación. Un derrumbe económico total: nadie, excepto España, deja dinero a la Generalitat, que no puede ni osar acudir a ningún mercado. Un destrozo cultural, educativo y académica que aterra. Finalmente y sobre todo un discurso demagógico sin cabeza ni pies, inasimilable a nada, ni a lo que se pueda decir o hacer en el Quebec y en Escocia, que ya es poner muy baja la posibilidad de comparación. Todo esto ha creado una Cataluña oficial ridícula, que nos lleva a un desastre, inimaginable hace tres años.
Pongo un ejemplo: ¿ha habido nunca, como no sea en una dictadura de Kim Il-sung y sus descendentes, ningún dirigente político que haya aprobado unos carteles electorales como los que mostraban a Mas como un profeta? Fue el buen sentido popular, y no ninguna fuerza política, quién lo comparó a un aspirante a Moisès.
La increible realidad sanitaria
Como si nada, esta semana ha quedado patente la marginalidad del Parlament de Catalunya. La comisión parlamentaria de investigación en sanidad y la comparecencia de Mas se han quedado muy cortas, a pesar de la frágil posición del gobierno.
Por desgracia no es un fenómeno nuevo, sino sólo más visible. Era de esperar de una comisión presidida por la diputada CiU Meritxell Borràs, la misma que declaró que "la sanidad catalana es un referente mundial". Afirmación tan monstruosa como otra de Mas: "tenemos el mejor sistema sanitario del mundo".
Para acabarlo de estropear, en la comisión se vio que los diputados no conocen los dossieres más básicos, como lo es el sanitario. A pesar de este triste hecho, hubo algunas "perlas" que hay que poner de relieve. Así, el director de la oficina administrativa de la propia Generalitat llamada Antifraude reconoció textualmente que en el sistema sanitario catalán "hay un manejo de lo público desde lo privado, en beneficio de lo privado".
Colegio de médicos
El presidente "de jure" del Colegio Oficial de Médicos de Barcelona, Miquel Vilardell también tuvo la franqueza de reconocer que aquel está dominado o determinado por su gran parte de negocio, dirigida por el presidente "de facto" del citado colegio Jaume Aubia, viejo y destacado miembro de la "CDC de los negocios".
Vilardell llegó a afirmar que pronto habrá elecciones y esto podría cambiar. Que así sea. Pero de momento Vilardell sólo lo ha amparado y tapado. Fue este diario digital el que lo reveló, destacando la vinculación de Aubia con la privatización del Hospital Clínico. Se puede comprobar consultando nuestra sección "El debate sanitario".
La nota de color de Boi Ruiz
En aquella comisión parlamentaria hubo la cínica nota de color habitual del consejero de Salud, Boi Ruiz. Defendió al imputado Josep Prat y dijo que no había corrupción en la sanidad pública catalana. Equivalía a lo que Mas afirmó después de CDC. Respecto a si los elefantes pueden volar o no, ni Mas ni Ruiz todavía no han dicho nada. Tampoco han hablado de ninguna semana con tres jueves.
Ante las preocupaciones y los cinismos sólo hay un método protector. Es el de ir a los hechos, a la realidad concreta, en base a hechos concretos. Manos a la obra.
Decenas de miles esperando una intervención
Hace dos días, incluso la servil (es decir vil) Tv3 emitió una información para caer de espaldas. Informó de médicos de la clínica privada Sagrada Familia operando gratis de cataratas a personas que llevaban meses y meses esperando poder hacerlo en la sanidad pública. Hace pocas semanas ya informé de que también habían decidido operar gratis, de enfermedades diversas, médicos del Hospital San Juan de Reus, el monstruo faraónico hecho construir por Josep Prat, que funciona sólo parcialmente. Se le dio el motivo justificado de "el Aeropuerto" o el "Enterprise", por comparación con la famosa nave espacial.
Ruiz dice que todo el mundo es operado de cataratas en un máximo de seis meses, cosa que no es verdad. Hay quien tiene que esperar incluso un año y medio, a pesar de que es una intervención poco costosa y de muy poca duración, mientras que la pérdida de calidad de vida (y de vista) que implica la enfermedad es muy grave. Ahora hay 22.000 personas pendientes de ser operadas de cataratas, según altas y muy contrastadas fuentes. Si la catalana es la mejor sanidad del mundo, ¿cómo tiene que ser la peor?
Atrasar las diagnosis
También hay un número enorme e imprecisable, de orden de centenares, de personas que tienen que traer durante meses una sonda urinaria, en espera de poder ser operados.
En enfermedades de todo orden hay una gran trampa. Es el atraso de la diagnosis. En casos que no hay ninguna duda de que se hace esperar argumentando que carecen pruebas, para las cuales hay largas listas de espera. Se trata de una mera excusa, para recortar gasto. Pero esto se calla.
Ambulancias incendiadas
Otro gran problema que también se calla son los incendios presumiblemente deliberados de ambulancias quizás debidas a una situación de conflicto grave en el sector. El sindicato USOC me ha hecho llegar trece fotografías que lo acreditan, condenándolo. USOC es un sindicato muy moderado, de siempre.
Por su parte, CCOO ha emitido una nota sobre los recortes que afecta a los trabajadores del sector de ambulancias. Muestra como desde el 2010, es decir con Mas y Ruiz, estos han sufrido un recorte de sueldos del 18,99 por ciento.
Altos sueldos de dirigentes sanitarios
En cambio, no parece que muchos directivos políticos de la sanidad pública estén sufriendo lo más mínimo. El Diario de Tarragona acaba de publicar datos. El gerente del instituto Catalán de Salud (ICA) en Tarragona y en las Tierras del Ebro cobra 83.538 euros anuales. El gerente de la región sanitaria del Campo de Tarragona 76.288 euros. Los delegados territoriales al Campo de Tarragona y en Tierras del Ebro cobran 76.270 euros cada uno. El gerente de la región sanitaria de las Tierras del Ebro 70.166 euros. Finalmente, los directores del Hospital Joan XXIII de Tarragona y de la Virgen de la Cinta de Tortosa cobran 67.113 euros cada uno.
Fuentes sindicales de aquella zona me envían el link a una empresa de información comercial que detalla el número de entidades a las cuales pertenece, como directivo, Manuel Ferré, miembro del Consejo Nacional de CDC, médico, alcalde de Amposta y sobre todo presidente de la patronal sanitaria Consorcio de Salud y Social de Cataluña (antiguo Consorcio Hospitalario de Cataluña).
Multiplicidad de funciones y dietas
Ferré fue el vicepresidente de Sagessa, la parte estrictamente sanitària del holding Innova, el de Josep Prat. Además de ser alcalde, la empresa de información mercantil (Simbiotika) informa otros 29 cargos ocupados por Ferré, aparentemente todos sanitarios y de los cuales precisa que 26 están en activo. Es una auténtica pasada. Bien probablemente no tiene 26 sueldos (además del de alcalde), pero no sabría poner la mano en el fuego respecto a dietas por asistencia a reuniones. Sé lo que cobran como dietas regidores de Reus por ser miembros de consejos de administración de empresas de Innova y es para llevarse las manos a la cabeza. El trabajo real es mínimo: estar presente en unas brevísimas reuniones.
Esto son aspectos concretos de la realidad catalana que quedan deliberadamente sepultados por el discurso mil·lenarista e irrealista de Mas. Es precisamente lo que Mas y los suyos quieren, y es lo que hay que exponer para explosionar la cínica burbuja independentista o soberanista o lo que sea.
Demagogia interesada de Mas
Personalmente, creo que su finalidad esencial es mantener, por la demagogia interesada, un estado de cosas donde la corrupción y el beneficio personal son inmensos, además de tapar el hecho que hoy CDC (y no sólo) es un partido sin ningún dirigente que merezca estar donde está, empezando por Mas.
Ellos saben que si su maligna semirrecta acontece un segmento, es decir sin extremismos ilimitados por el lado de las preocupaciones independentistas, su afán de poder y dominio se va a pique. Costará lograrlo, pero es inevitable. Se tiene que ir empujando para que suceda cuanto antes mejor. Todas las víctimas de su maligno destrozo del Estado del Bienestar lo necesitan con urgencia.