Josep Maria Torrens, uno de los dos copropietarios al 50% -el otro es su hermano Pere- de la distribuidora de carburantes catalana Petromiralles, ha sido detenido este martes, junto con una veintena de personas en Catalunya, Madrid y Andalucía, en una operación de la Guardia Civil contra una presunta trama dedicada a defraudar de forma sistemática el IVA de los carburantes. Torrens es también alcalde de Sta Maria de Miralles, el pequeño pueblo (133 habitantes) de la comarca de la Anoia donde se creó y tiene su sede la empresa.

Según creen los investigadores, la presunta trama compraba carburantes en el mercado internacional y los revendía en España sin pagar el IVA correspondiente. Las operaciones se habrían hecho mediante efímeras empresas pantalla a nombre de testaferros, que eran desarticuladas y sustituidas por otras nuevas cuando la Agencia Tributaria empezaba a detectar anomalías.

Precios sin competencia
Los investigadores creen que la trama podría haber defraudado millones de euros a las arcas públicas de esta forma. Además, Petromiralles habría disfrutado de un beneficio extra con este presunto fraude: podía ofrecer carburantes a precios inferiores a los de la competencia que sí pagaba el IVA.

La empresa dice que no sabe nada
Petromiralles, nacida en 1967 como gasolinera y restaurante en un cruce de carreteras a la altura de Sta Maria de Miralles, ha ido creciendo en estas décadas hasta convertirse en un grupo que opera gasolineras (14 propias y 45 con convenios en 2011), venta al por mayor de carburantes y energía solar fotovoltaica. En 2009 la empresa era el séptimo operador de carburantes de toda España por volumen de ventas. La empresa ha emitido un comunicado en el que se autoexculpa de cualquier posible responsabilidad y explica que "desconoce los hechos".