C.B.
El presidente de la Generalitat y líder de CiU, Artur Mas, ha vuelto a matizar y ampliar -por
segundo día consecutivo- sus explosivas declaraciones del jueves, de las que buena parte del independentismo interpretó que renunciaba a una consulta en 2014 para sustituirla por
unas elecciones plebiscitarias en 2016. Un extremo que no ha aclarado, excepto si se lee entre líneas. Así, ha dicho que las plebiscitarias son "el último recurso". Pero ha recalcado que es necesario algún tipo de acuerdo con Madrid para convocar la consulta, porque, en caso contrario, los tribunales podrían tumbarla.
Mas, en su intervención en el Consejo Nacional de CDC, este sábado en Bellaterra, ha confirmado parte del calendario acordado con ERC cuando ha dicho que "de aquí a final de año pactaremos la fecha y la pregunta o preguntas de la consulta tal y como está pactado, y si podemos, con mayorías amplias". Con una referencia, la de "la pregunta o las preguntas", que tiene su importancia, después de que algunas informaciones -incluyendo
una de Alfons Quintà en eldebat.cat- revelaran que Mas habría llegado a un acuerdo con Rajoy para plantear una consulta con más de una pregunta. Y después de que, hoy mismo, el líder de ERC, Oriol Junqueras, se haya vuelto a ofrecer a entrar en el Govern con tal de que se fije una fecha para la consulta
con "una pregunta".
Se necesita un acuerdo con Madrid
A la vez, Mas ha explicado que las polémicas plebiscitarias son "el último recurso legal". Una frase que podría ser del gusto de los independentistas favorables a una vía rápida. Pero estos no tendrían que estar tan contentos teniendo en cuenta el resto de la intervención de Mas, cuando ha dejado claro que las cuatro primeras
vías legales que estudia su gobierno para celebrar la consulta requieren un acuerdo en Madrid, y que la quinta -recurrir a la legislación catalana- podría ser tumbada por los tribunales.